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				Añadido: 5 años hace
			  
			  			  
				Este matrimonio aprovechó que tenían el día de asueto y que hacía un sol de justicia para salir juntos de travesía y gozar de la naturaleza. A lo largo de todo el camino el hombre no hacía más que contemplar el bello trasero de su mujer, tanto fue conque hubo instantes en los que se olvidó por completo de lo que ocurría a su alrededor y solo tenía ojos para el gran trasero de su esposa. Al final, tanta erección y tanto calentón provocó que acabasen a riberas del río follando tal y como si fuera animales salvajes, con ella cabalgando polla mientras que  gozaba y no paraba de tocarle el trasero.